Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manilla que mira intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios,
tú con el tinte azul de mi carbónico.
Mario Benedetti
5 comentarios:
y si seguran pasando las horas y seguira siendo una lastima :S
me encanto!
grande benedetti!
:)
Me encantó!
Simplemente sublime! *_*
Te sigo el blog, por aquí me vas a ver muy a menudo!
Besitos!
es una lastima que siga pasando el tiempo igual, y no esté. Pero eso también hace que el paso de ese tiempo tenga encanto. Me gusta mucho!
besos
Tengo ganas de estirar las piernas y de que den las seis.
(mimo)
Publicar un comentario