Pero hay gente a la que le gusta mentir en vez de hablar y hacen daño, más daño que cualquier otra cosa, que un medicamento, que una droga porque tú les crees, les crees y pones la mano en el fuego para darte cuenta de que
¿Qué haces cuando te miras las manos y las ves llenas de mentiras?
Apartas la vista, abres el grifo y todo cambia, aunque sea por unas horas te lo crees, sonries y callas. Pero estoy cansada...
-Ya está, ya se me ha pasado.
-No. Te volverá a pasar, y lo sabes.
-Sí, lo sé.
...me duele el corazón.
2 comentarios:
U.u
Caíste igual que yo =(
Aveces nuestros ojos nos engañan y aveces no todo lo que brilla es oro... Pero tarde nos damos cuenta, cuando... el corazón duele.-
Pero debemos aprender, nunca será tarde para aprender que no debemos meter las manos al fuego POR NADIE.-
Fuerza y un abrazo, desde Mi mundo.-
Al final siempre terminamos mintiendo nosotros a nosotros mismos.
Hay que ser más valiente y abrir bien los ojos de vez en cuando, que aunque la verdad aveces duela más a primera vista, la mentira luego pasa demasiadas facturas al corazón... y entonces duele, muchísimo.
Pero de esto se aprende...asi que.. ¡Ánimo!
¡Un abrazo!
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