Me ahogo. Me falta el aire.
Todo se me cierra, el mundo se vuelve gris.
La cabeza me da vueltas, los oídos me retumban y mi vista se tambalea.
Mi cuerpo cae como si fuese una pluma, me voy contra el suelo y me da igual.
Cojo una gran bocanada de aire, intentando volver a hacer el movimiento rítmico de la respiración. No puedo, no sé...
Una punzada me da en el pecho y mi pitillo amenaza con desbordarse de mis dedos al suelo.
Arqueo el cuerpo y miro al cielo, pidiéndole que rompa a llorar a mi vez.
¿Por qué? ¿Por qué?
No lo entiendo. Nada se me ocurre. Nada sale por mis labios teñidos de rojo.
Mis mejillas siguen sin color, mis ojos dilatados y mi pulso vacío.
Doy una calada, mojando el cigarro con mis lágrimas mientras él me abraza y me dice que no pasará, que nada pasará...
Me alza, cargando con mi peso, mientras andamos un par de metros.
Le miro a los ojos y me sonríe, pidiéndome que confíe en él.
Respiré, al fin. Y comencé, comencé a llorar sobre su hombro y no pude parar.
Passejant per... Horta
Hace 3 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario